lunes, 18 de marzo de 2013

TRIDUO A SAN JOSÉ


INTRODUCCIÓN:

San José, llamado a ser custodio del Hijo de Dios, es figura paternal en la iglesia y en cada familia cristiana.
No podemos dejar de lado su maravillosa participación en el misterio de la Redención. La misión encomendada, no ha sido un llamado fácil de emprender, pero por su gran entrega, dio todo de él para cumplir fielmente la voluntad del Padre.
                
Compartimos con alegría este breve triduo que nos presenta la confianza, el servicio y la disponibilidad de este sato varón que no deja de escuchar a quienes se encomiendan a su cuidado.

Valoremos  en esta reflexión el encontrar su identidad en el ámbito del designio, que tiene su fundamento en el Misterio de la Encarnación.

Tres aspectos hemos de tener en cuenta, en la figura de San José, y son para nuestros días, un signo importante para vivir la fe, la esperanza y el amor.

ORACIÓN A SAN JOSÉ

Glorioso San José,  casto esposo de la Virgen María; intercede para obtenerme el don de la pureza.
Tú que a pesar de tus inseguridades personales, supiste aceptar dócilmente el Plan de Dios tan pronto
supiste de él, ayúdame a tener esa misma actitud para responder siempre y en todo lugar a lo que el Señor me pida.

Varón prudente, que no te apegas a las seguridades humanas, sino que siempre estuviste abierto a responder a lo inesperado, obtenme el auxilio del divino Espíritu para que viva yo también en prudente desasimiento de las seguridades terrenales.

Modelo de celo, de trabajo constante, de fidelidad silenciosa, de paternal solicitud, obtenme esas bendiciones para que pueda crecer cada día más en ellas y así asemejarme, día a día, al modelo de la plena humanidad: que es nuestro Señor Jesús.
Amén

Día  1°.
“El Llamado”
Y fue Dios quien amó a José y lo predestinó a vivir cerca de Jesús y de María, en el silencio y la discreción  de una vida; quien permitió momentos de incertidumbre ante el misterio divino.

 “José, hijo de David, no temas tomar contigo a María, tu mujer porque lo que sido engendrado en ella es obra del Espíritu Santo, dará a luz un Hijo y le pondrás por nombre Jesús”.
 (Mt. 1, 20ss)
 
 Encontramos aquí el núcleo central de estas verdades bíblicas sobre San José,  el momento de su existencia, y el llamado que Dios le hacía.

 A ti te pedía la perfecta virginidad en la que te constituía “padre del Redentor”, internándote en un apacible silencio. Te abandonabas a su providencia dejando todas tus seguridades y abordando un santo desprendimiento. Te encontrabas ante un hecho humanamente inexplicable, real ante tu mirada, pero oscuro al pensamiento.

Dios te hablo en lo más íntimo de tu alma, dejándote paz y tranquilidad.

Momento de reflexión.  Música instrumental.
 
 Peticiones. (Se puede agregar otras)

•          Te pedimos glorioso San José, que nos ayudes a experimentar el silencio y el abandono de la misma manera en que vos te entregaste al servicio de Dios confiando en su providencia.
•          Te pedimos que nos enseñes a vivir en constante amor para con Jesús y María, quienes sintieron tu protección.
•          Alcánzanos la gracia de ser verdaderos observadores de las leyes divinas para poder cumplirlas fielmente.
•          Pide por nosotros una auténtica vida cristiana cimentada en el ejercicio de las virtudes.

Pensamiento y testimonio de Santa Teresa de Jesús.

“Nunca fui amiga de otras devociones y tomé por abogado y señor al glorioso San José y me encomendé mucho a él.  Y pude ver cómo de esta necesidad y de muchas otras me saco con bien del que yo le sabia pedir”

Padre Nuestro… Ave María… Gloria.

Oración
¡Oh Dios, que con inefable providencia te dignaste elegir a
 San José para esposo de tu Ssma. Madre, te rogamos nos concedas tenerle como protector aquí en la tierra!
Tú que vives  y reinas por los siglos de los siglos.
                               Amén.

Día  2°
“José: el varón justo”

“Y fue Dios quien te abrió las puertas del corazón para aceptar a Dios, y aprovechar su paso por tu vida. Durante su vida, José permaneció fiel al llamado de Dios hasta el final”.
 
“José, como era varón justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto… Despertado José del sueño, hizo como el Ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer."
(Mt. 1, 19-20, 24).

San José es llamado el "Santo del silencio" No conocemos palabras expresadas por él, tan solo conocemos sus obras, sus actos  de fe, amor y de protección como padre responsable del bienestar de María su esposa y de su Hijo. José fue "santo" desde antes de los desposorios. Un "escogido" de Dios.

Desde el principio recibió la gracia de discernir los mandatos del Señor.

Experimento en su vida la suave mirada del Padre celestial, que lo bendecía y auxiliaba en su delicada misión. El silencio que brotaba de tu corazón, te dejaba en profunda adoración: Eras para Cristo, la sombra luminosa de su Padre celestial.”

Momento de reflexión.  Música instrumental.

Peticiones. (Se puede agregar otras)

•          Te pedimos glorioso San José que nos alcances de Dios la gracia de poder valorar los bienes recibidos y defender la posesión de Cristo nuestro Señor.
•          Te pedimos que nuestros hogares sean fiel reflejo de la familia que Dios te encomendó.
•          Que podamos actuar y cumplir con fiel disposición la misión que Dios. nos tiene preparada.
•          Que nuestra vida sea semejante a la tuya, practicando las virtudes con que Dios te ha dotado.

Pensamiento y testimonio de Santa Teresa de Jesús.

“…es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado santo... y que quiere el Señor darnos a entender, que así como le estuvo sujeto en la tierra (que como tenía nombre de  padre siendo ayo) así en el cielo hace cuanto le pide”

Padre Nuestro… Ave María… Gloria.

Oración
¡Oh Dios, que con inefable providencia te dignaste elegir a
 San José para esposo de tu Ssma. Madre, te rogamos nos concedas tenerle como protector aquí en la tierra!
Tú que vives  y reinas por los siglos de los siglos.
                               Amén.

Día  3°
“Primado de la vida interior”

José se encuentra envuelto, por el mismo clima de silencio, en una constante y profunda contemplación del misterio de Dios. Un silencio que deja al descubierto su perfil interior.

El sacrificio total que José hizo de toda su existencia a las exigencias de la venida del Mesías a su propia casa, a su vida, encuentra una razón adecuada en su insondable vida interior, de donde surgen la lógica y la fortaleza propias de las almas sencillas y limpias para las grandes decisiones.

     
Esta sumisión a Dios, que es su entera disponibilidad de ánimo para dedicarse  a las cosas que se refieren a su servicio, no es otra cosa que el ejercicio de la devoción.

La comunión de vida entre José y Jesús, nos lleva a considerar el misterio de la encarnación bajo el aspecto de la “Humanidad” de Cristo, instrumento eficaz de la divinidad en orden a la santificación de los hombres.

Puesto que el amor paterno de San José no puede dejar de influir en el amor filial de Jesús. Así, las almas sensibles a los impulsos del amor divino, ven con razón en San José, un claro ejemplo de Vida interior.

Momento de reflexión.  Música instrumental.

Peticiones. (Se puede agregar otras)

•          Te pedimos glorioso San José que seamos verdaderos contempladores del misterio de Dios, para vivir en continuo discernimiento de entrega y servicio.
•          Te pedimos que nos acerques de Dios, la gracia de estar e constate búsqueda de Dios, para conocer sus designios.
•          Que aprendamos tu lección  y la pongamos en práctica a fin de sentirnos verdaderos colaboradores del Padre.
•          Alcánzanos la gracia de ser para nuestros hermanos manifestación de la bondad que Dios nos regala por medio de sus Santos.

Pensamiento y testimonio de Santa Teresa de Jesús.

“No he conocido de veras persona que sea devota que no la vea más aprovechada en virtud; porque aprovecha  en gran manera a las almas que a él se encomiendan… en especial personas de oración le había de ser aficionadas. Quien no hallare maestro que le enseñe oración, tome este glorioso santo por maestro y no errará en el camino”

Padre Nuestro… Ave María… Gloria.

Oración
¡Oh Dios, que con inefable providencia te dignaste elegir a
 San José para esposo de tu Ssma. Madre, te rogamos nos concedas tenerle como protector aquí en la tierra!
Tú que vives  y reinas por los siglos de los siglos.
                               Amén.